La paz de la Playa

Puede parecer  una curiosidad simplemente, una diversión o piensen que es la ocasión de  tomar el sol ... Podría hablar todo lo que supone que llegue el verano después del trabajo. Pero hay alguien que  tiene libertar todo el año  y puede disfrutar de ella.   

Hoy dejó que el autobús le llevara donde él quisiera y  aprovechar un par de horas de la mañana. No había preferencia, escogería la primera que le llamara. Entre las que se ofrecían, se detuvo y bajó a los jardines. Hacía tiempo que no lo había visitado este año, por razones que no son el momento de explicar , ni viene a cuento.

"Allí bajó y lo primero que hizo fue detenerse ante la escultura que hacía tiempo no había visitado. Y así me habló: "Preparadme la paleta, les colores, mis herramientas queridas de trabajo... Sed . diligentes que el tiempo es mensajero de terribles urgencias". E. GRAN

Enrique  le invitó a que paseara un poco por los jardines, las playas están aún apenas ocupadas.

Tenía razón Gran: las playas estaban semivacías, las hamacas sin ocupantes, bien ordenadas, como si  de algún desfile se tratara. Sólo al borde del agua había los primeros valientes  intentando zambullarse en el agua.

Siguió por los alrededores. Todos los establecimientos y casetas estaban reparados tras del destrozo del 'tsunami' del invierno. 'La playa de El Sardinero parecía un campo de batalla de escombros, restos de barandillas y juegos infantiles destrozados...'

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Ya las primeras casetas estaban instalando sus objetos de bambú y su aire  de Oriente.

Así la playa le dió una paz especial. Iba huyendo de una 'historia' que  encontró ayer , por azar, de un texto que decía y armaba mucho ruído . Decía así:

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Beatriz - Bertín 

(Juro, por Belcebú, que estoy de 'PODEMOS', 

hasta ciertos sitios

 ¿ESTÁ 'MADURO' YA?)