Cuando BERTA llegó a casa



Don Nau, el Náufrago, algunas o muchas veces, está en sus mundos particulares, pero hoy no se trata de eso.  Se trata cómo llegué a esta casa, amable y acogedora para mí. De eso ya me encargo yo.

Me llamo Berta y voy a contar brevemente cómo llegué a esta casa. Acabo de cumplir un año y 13 días. Nací en  una ciudad del sur y allí viví dos meses. Alguien, desde lejos, pensó en mí y quiso que viniera a esta casa. Me colocaron en una especie de jaula, me subieron a uno de esos trenes que ruedan por la noche y a la mañana me trajeron a esta casa.

Yo no conocía a nadie, pero sí sabía que una joven había pensado en mí. Hacía dos meses una perrita algo parecída a mí se había dormido para siempre en otro mundo. La joven de la casa quería una perrita  como Douce,  la del señor de la casa.

Llegué a media mañana, un 16 de agosto. Como soy muy yo, no me extrañé mucho  salir del cajoncito. La mamá la cogió en su pecho y me sentí muy bien, como si hubiera vivido aquí mucho, mucho tiempo. Me pusieron un platito con unas bolitas porque tenía hambre. No sentí ningún miedo, caminaba por  las habitaciones como si las conociera. Más tarde supe cuál sería mi camita. Enseguida me hice medio dueña y poco a poco fuí aprendiendo las horas de las comidas, los paseos y también fuí sabiendo cuándo y dónde tenía  que hacer ciertas cosas que no mento.

Lo que he aprendido a lo largo de este año sería otra historia para contar muchas más. Pero eso no toca ahora. 

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
Qué monada! :)
Douce y el Náufrago ha dicho que…
El próximo mes hará un año que llegó a la Isla y la ha llenado con todos sus juegos y sus picias.

Gracias, por parte de Berta

Entradas populares