¿Quién dijo 'Vida Perra'?

HABLANDO DE BARNEY

Pues verás Nau, tú que andas enzarzado en otras ‘historias’ y  otros menesteres te saltas asuntos que para mí, como can, son muy importantes. Por si no estás informado, te contaré brevemente la historia de la que te hablo. Ya sé que estás muy ocupado y para no darte la lata, que ya te veo inquieto como siempre, te explicó. Trataré de ser breve.

Se trata de los doce años de vida  de un congénere del que yo no tenía referencia. Se llamaba Barney Bush, había nacido  un 30 de septiembre de 2000, un año y pico menor que yo – digo ‘menor’ porque no sé a ciencia cierta el día y dónde nací, porque no tengo noticias de mi ‘ex padres’ de los que no me acuerdo –  Pero hablemos de Barney. Su madre  se llamaba  Coors, una terrier escocés y su padre  fue un campeón de no sé qué. Su ama, que se encargaba de la Agencia de Protección Ambiental’  regaló Barney a un señor que era Presidente de no sé dónde, porque a mí y a mis amigos no nos importan los títulos. La prueba la tienes ante tus ojos, sólo sé que se llama Bush y no es muy simpático para mucha gente. Pero yo te quiero hablar de Barney que es el que me importa.

Barney
Como sus padres vivían en una Casa que la llaman Blanca y tenía muchas habitaciones, pasillos, escaleras,  jardines, gente por todos los sitios, él se movía a sus anchas por la gran Casa dicha. Nunca estuvo solo, porque pocos años después llegó una amiguita a la que llamaban Miss Berley, terrier escocés como él ¡Ah!, y también tenían  un gato negro que se llamaba Bob. Poco a poco  se fue enterando qué hacían en aquella casona blanca: Él nunca habló de política, sobre todo porque no sabía para qué sirve eso. De todos modos, para que no dijeran que era un parásito  se ocupaba de la entrada del Jardín Sur de la Casa como si fuera un agente del Servicio Secreto. La única vez que mordió a uno de esos curiosos que  llaman ‘paparazzi’ fue porque se quiso hacer  el ‘guapito’ o quería alguna ‘foto’ de él para sacar perras al periódico.

A B, como a mí, le gustaba correr por aquellos inmensos pasillos, jugar  con pelotas de golf, y revolcarse en la nieve de los jardines. Por lo demás el no se engría y se portaba muy correctamente cuando en aquel enorme caserón  venían personas, personajes, y también ‘per-son-ajillos’.

Podría contar muchas cosas, pero don 'NAU' ya está inquieto. Sólo quería demostrarle que tanto los que pasan frío en las aceras con su dueño que tiende la mano pidiendo unos céntimo , los que trabajamos en catástrofes, los que ayudamos a los que no ven, los que acompañan a personas solitarias, los que los utilizan para diferentes‘experiencias’ y a los que les maltratan…. ¿Por qué todavía, hay millones de humanos, que ‘no nos VEN', o nos ‘miran’ cómo si fuéramos ‘cosas’ o peor aún?  Eso simplemente quería expresarlo. Yo ya tengo aproximadamente catorce años pero no pienso en ello, sólo me preocupo de seguir queriendo y que me quieran un poquito… Y si es más, pues mejor que para eso vivo.

He dicho, DOUCE

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
Más me alegra a mí volver a reencontrarte, pues de todos los mundos en que habito éste es, sin duda alguna, uno de los más satisfactorios. Abrazos.
Douce ha dicho que…
No sé responder muy bien cuando me dicen esas cosas, pero las admito y lo agradezco. El pequeño problema es que ahora tiene uno que esmerarse en no decir banalidades, que las digo.

Menos mal que Douce tiene un lenguaje más sencillo y a mí no me disgusta. Los perros son así. No dan ninguna importancia a lo que dicen. Me gustaría volver a ser perro. Tengo la impresión que debí ser perramente perro en otra vida.

Nosotros aprovecharemos de todo lo que nos ofrezcas. Y no es ninguna 'falacia':-)

Un abrazo. Bueno, Douce tiene su forma particular de devolverlo, vale con una mirada.

Entradas populares