... Y se fue a ALTAMIRA

YA ESTÁN EN ALTAMIRA...

Hugh Hudson, Antonio Banderas
A finales del s. XIX, un arqueólogo y científico amateur, Marcelino Sanz de Sautuola, y su hija de 8 años, María, descubrieron en Cantabria una de las obras prehistóricas más importantes de la Historia: las pinturas de Altamira. Lejos de proporcionarle honor y gloria, su deslumbrante contribución a la historia le enfrentó sin embargo con la indiferencia y el escarnio de la comunidad científica de la época. A pesar de sus esfuerzos por demostrar la veracidad del descubrimiento, Sautuola fue acusado de falsificación por el francés Émile Cartailhac, la máxima autoridad en Prehistoria del momento.

Al paso de los años y superado por las evidencias, Cartailhac publicó el texto Mea Culpa de un Escéptico, en el que reconocía el hallazgo y su importancia mundial, pero el texto llegaba tarde a devolver el honor a Marcelino.Altamira es una historia de lucha, de valentía, de pasión por la historia, por el arte y por la defensa de la verdad y el honor

La escena en la pantalla del cine durará unos segundos, los que tarda una calesa en entrar en la Plaza Porticada para dejar, en una de las arcadas, a sus dos pasajeras. Se trata de María Sanz de Sautuola, la pequeña descubridora de las pinturas de Altamira, que acompañada de su madre llega a la redacción de un periódico que la película llama 'El Cántabro' para contar el hallazgo. Ese tiempo, que durará como un suspiro para los espectadores de la sala del cine, llevó ayer varias horas de trabajo, entre ambientar la plaza en el siglo XIX, hacer las pruebas de sonido, de luz y las múltiples tomas repetidas hasta que Hugh Hudson, el director de la esta película que produce Morena Films, dio el visto bueno

Comentarios

Entradas populares