Douce y las Camelias
Esta mañana fue Berta quien se detuvo en una flor de camelia que había caído de un árbol del jardín. Ella no sabía quién había hecho lo mismo con su trufa. La recogimos de entre la hierba y la subimos a casa.
Seguía sin saber que hacía la flor que ella olfateó. Aquello hizo revivir decenas de sentimientos. Berta se hizo Douce que estaba allí en el cenicero de cristal. Aparecía entre los libros, ella misma, con nosotros, alzando sus ojos hacia la ventana esperando que cayera su pelota favorita...
No son 'recuerdos', son trozos de vida que se renuevan. Nos miraba desde la hierba con su pelota entre las patas para que nadie se la cogiera. ¿Nostalgia o Vida?
Comentarios
La perrita de las camelias...
Siempre me acordaré de ella.