Berta y los cacahuetes

Pues ahora que voy creciendo, en sabiduría, gracia y prudencia don Nau me ha dicho que ya podemos hablar de tú a tú e insistió que entre nosotros no debe haber secretos. Esto me lo dijo esta mañana cuando salimos en el primer paseo matutino.


Mientras se preparaba para salir vi unos redondelitos pecho en pelo que me llamó la atención. Me dijo no sé qué, pero cuando me habla de ciertos 'nosequeses'  yo hago como que lo entiendo porque voy a lo que voy y no me fijo en 'fantasías'. Menos mal que se quitó los 'nosequeses' y fui yo la que le dijo si tenía intención de ir a Paris a presumir  en los jardines o ver a los niños que jugaban con sus barquitos porque los tenía encima de la mesa.

Hasta ahí llegó el diálogo, dejó los parques y estanques y bajé a oler entre las hierbas de los recuerdos que habían dejado mis congéneres. Por cierto que vino a verme un descarriado que no me gustó mucho porque no sabía si se acercaba en son de paz o a armar bronca. Yo no me fié mucho y empecé a explicarle que no me gustaba su cara. Enseguida vino su mamá, le riñó, pero don Nau dijo que son cosas de perros. Y todo terminó bien.



Dejemos los parques parisinos y vayamos a otra cosa, mariposas...Por cierto hace unos días le pregunté a Nau quiénes esas voladoras,  que no eran como los cuervos, gorriones, palomas, gaviotas que es lo que yo conocía. Me pareció curiosa porque ayer vi una que iba volando, se posó en una camelia, y se quedó sólo con un ala. Pregunté a mi papá y me dijo que es la replegaba y parecía que sólo tenía una... Ah, dije yo para mí, ya conozco a otra amiga. Así terminó el paseo.




En el paseo segundo de la mañana, no hubo novedades y al volver a casa. Como siempre, antes de subir recoge el correo que normalmente va derecho a la papelera. Pero esta mañana de los tres sobres y papeles que había en el buzón, sólo se quedó con uno, porque los otros eran más pedir o aburrir. Uno de ellos le vi sonreír. Era una risa un poco extraña que me dejó perpleja. Me miró, me remiró y cuando abrió el sobre;volvió a sonreír pero una sonrisa entre pícara y otro 'no sequé que me dejó intrigada. Seguía mirándolo y mientras lo leía volvía a mirarme. Mosca ya, le pregunté qué pasaba que tanto dirigía sus ojos... Misterio. Al final me leyó una frase:"No son los años de la vida lo que cuentan. Es la vida de los años".

 -¿Y esto es lo que te hace sonreír? le pregunté

 - Un poco,puso una cara rara. y siguió leyendo "..."Hoy también queremos estar a su lado. Por eso le deseamos que pase un gran día y que el año que viene volvamos a compartirlo con usted. Le esperamos en su centro habitual donde le obsequiaremos con un pequeño detalle por su cumpleaños: un paquete de pilas para su ayuda auditiva".


-Y ¡dale!, dije para mí. ¿Qué tengo yo que ver con ese 'regalazo' del paquete de pilas?

En aquel momento se puso algo serio: "Mira, Berta, te voy a hablar un poco de la vida de los humanos: Un día, cuando tú eras muy pequeña encontraste un aparatito que se llama 'audi-fono'. Tú pensabas que era alguna cosa de comer, un cacahuete, o algo de comer y le dejaste hecho migas. Menos mal que no te lo tragaste..."

- ¿Y por eso has montado tanto teatro?


- Teatro,precisamente, no. Fue más bien una 'pequeña' tragedia... Te lo digo sólo a ti, porque eres quien eres (aquel 'cacahuete' se llamaba 'dosmiquinientoseuros')



.... Y Berta siguió siendo un tesoro...y un paquete de pilas'

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