De memoria

Hoy, al revisar el ‘Panfleto antipedagógico’ del que hablaba en la entrada anterior, releí por encima una de las reivindicaciones que reclama para nuestro sistema educativo, la recuperación de la ‘memoria’. La memoria, a secas, sin más adjetivos. Esta facultad hermana de lo que llamamos inteligencia, si es que fueran separables, ha sido una de las cenicientas de las nuevas corrientes educativas. So pretexto de que la educación ‘antigua’ había sido esencialmente ‘memorística’ se la relegó, junto a otras ‘antiguallas’, al baúl de los recuerdos. Paradojas.

Cuando se ponen ‘solemnes’, los pedagogos tienen tendencia a ello, empiezan por propagar cosas que a lo mejor nunca han ocurrido. Uno de los mitos que siempre se ha propagado cuando hablamos de ‘aberraciones memorísticas’, es la famosa lista de los reyes godos. Yo, que soy de la vieja escuela, he de confesar que jamás ningún maestro, ni ningún hermano marista, me mandó nunca aprenderme la alineación de ese equipo y les aseguro que me apetecería poder repetir esos nombres tan recios ahora que pululan los josuas, david, daniel, pablo, aitor, las paula, estela, ainoa, marta, sara ...

¿Se imaginan lo que molaría soltar esta lista: Sisebuto, Recaredo II ,Suínthila, Sisenando, Khíntila ,Tulga, Khindasvinto, Recesvinto,Wamba, Ervigio ,Egica ,Witiza y el pobre don Rodrigo?

Hoy que peleaba con mis alumnos haciendo ejercicios y ejercicios en el ordenador para que retuvieran esas demonio formas del subjuntivo francés recordaba ,casi como si fuera hoy, aquella retahíla de los verbos irregulares latinos que el hermano Dámaso nos mandaba recitar ‘en corro’, al son de su ‘chasca’:

“Fero, fers, ferre, tuli, latum ; Eo, is, ire, ivi / ii, itum; Volo, vis, velle, volui ; mallo, mavis, mallui ; eo,is,ii,itum… Los aprendimos vellis /nollis, o sea por…narices .Más de una vez he echado mano a estos presentes, perfectos o participios para saber el significado de muchas palabras castellanas.

Y si un día me pongo romántico volveré a conjugar la voz pasiva del verbo AMO-R

Un día, en un futuro algo imperfecto, “ama-bor” (seré amado)
Y olvidaré el pretérito
de aquel “ama-bar” (era amado)
Gritaré bien alto,
para que el mundo entero
celebre este presente: hoy “am-or” (¡ Hoy soy amado!)

Pero antes, quizá ,
deberé conjugar la voz activa.
Mi presente, mi pasado, mi futuro:
'amo, amabam, amabo'
-amo, amaba, amaré-

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Johnny Halliday: "Que je t'aime"