¡Ay quién supiera escribir! (¡Quién supiera pensar!)

Conozco a alguien que todavía lee los periódicos con la esperanza de encontrar algo original, algo personal, algo nuevo y a pesar de darse cuenta de que las ‘noticias’ no tienen nada de nuevas, que se repiten, que podemos pasarnos meses diciendo lo mismo, él no se desanima. Sigue leyendo.

Hoy se ha encontrado , una vez más, con la vacuidad de los discursos políticos, páginas enteras para no decir nada original, nada personal, fruto de una reflexión sobre el tema que escriben. Todo son refritos mal digeridos, llenos de ‘citas- pegote’ que tampoco añaden nada al ‘discurso’. Acaba de leer el texto que la señora 'Mini-ministra' de Educación del Gobierno de Educación debió soltar ayer con motivo de la celebración del Día del Maestro. El discurso, que me atrevería a afirmar fue redactado por algún currito, está lleno de frases vacías, citas mal traducidas, generalidades, sin ideas originales, ajustándose el corsé del lenguaje políticamente correcto. El susodicho me contaba:

“Si empezamos por lo último, por la forma, observamos que el autor o autora del texto hace malabarismos para evitar los deslices de género, los términos ‘profesorado’, ‘ciudadanía’ , ‘personas’, ‘profesión docente’ que siembran el discurso es el último grito en la corrección lingüística que supuso hasta ahora el plan A (véase F.G.) es decir las parejas: chicas y chicos, profesores y profesoras, alumnas y alumnos, maestros y maestras, puesto que de su Día y de su profesión se hablaba. Puesta en marcha la opción B, o sea la 'neutralización' de los géneros, las parejas alumnas /alumnos, chicos/chicas puesto que del "Día del Maestro" se trataba, se han convertido en ‘ciudadanía’: ['cualidad de ciudadano' 1. adj. Natural o vecino de una ciudad. U. t. c. s. 2. adj. Perteneciente o relativo a la ciudad o a los ciudadanos. RAE]. Si con ese lenguaje se proponía evitar la ‘invisibilidad’ femenina (Gorostiaga dixit) a fe que van a conseguir que nos diluyamos todos en las calles y monumentos de la Ciudad. Cada vez que oigo lo de ciudadanos, perdón ‘ciudadanía’ me dan ganas de ponerme a cantar eso “ Allons enfants de la Patrie... aux armes citoyens...”

La verdad es que sin darme cuenta me he liado con el primer punto de lo que quería decir y no quiero alargar también mi discurso. Así que lo ‘interrupto’ aquí, y si luego tengo ganas de comentar otros aspectos que afectan al fondo de la perorata, lo haré. Perdonen el coñazo. Es que a mí , como a mi Presidente , hay cosas que me ‘ponen’...de los nervios. Por cierto que él también abrió su caja de sorpresas y soltó por su boquita regional y patriótica. Pero esa es otra historia”.
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Referencia: Véase un párrafo del importante discurso:
"Pues, bien; la sociedad de Cantabria debe valorar que es fundamentalmente el profesorado de nuestra región quien, con su labor diaria, contribuye decisivamente a la construcción de ese capital; un capital humano, social y cultural que nos permitirá ser una región con una ciudadanía más y mejor informada; una ciudadanía con un conocimiento más profundo del saber y de la realidad social, política y ambiental; y, sobre todo, una ciudadanía más justa, solidaria y democrática.

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