La Independencia líquida
Ante el “proceso de desconexión” en Cataluña, los líderes políticos españoles deben estar a la altura de las circunstancias. Es necesario un acuerdo de las fuerzas partidarias de la unidad. El Gobierno central no puede ser ya el único interlocutor
FERNANDO REY
EVA VÁZQUEZ |
"Los independentistas catalanes siguen moviendo ficha, aunque no hablan de romper con el Estado español, sino, más amablemente, de “desconectarse”. La idea parece evocar las conocidas tesis de Zygmunt Bauman sobre la modernidad líquida. Frente a otros procesos de independencia de la historia, el catalán no propugnaría una separación radical, y mucho menos aún, violenta, sino amigable, sencilla y limpia. No sería una ruptura, sino una desconexión, como la que uno hace casi imperceptiblemente con su ordenador; cabrían nuevas conexiones, eso sí, con diferentes formas respecto de la actual. Naturalmente, no parece relevante que un proceso así sea original o que una división territorial sea, objetivamente, el acto político más traumático que quepa imaginar.
Los independentistas hace ya mucho tiempo que han abandonado el realismo sucio y se han entregado con fervor al realismo mágico. Supongo que, como afirmara Ambrose Bierce, la verdad es algo tan bueno que la mentira no puede permitirse el lujo de estar sin ella. Ahora toca el mito de la independencia sedicentemente líquida, porque, en realidad, las posturas en presencia son graníticas."
SIGUE...
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NOTA:
(Complejo para entender el texto y la realidad, pero esto no es el GRAN HERMANO 16)
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