Canipsicología

MIS DOUCE
Tengo un dueño al que me toca  enseñarle a vivir. Le conozco bien, es nervioso, cagaprisas, sensible – a veces en exceso – y quiere que todo lo que haga se acerque a la perfección. Le cuesta mucho aceptar sus defectos que como todo bicho viviente tenemos. Bueno, sin falso orgullo, yo soy mucho más equilibrada y tranquila que él .Como Canipsicóloga, intento comprenderle y enseñarle el sosiego. De momento en sus  arrebatos de nerviosismo, procuro hablarle lo menos posible, mi experiencia me dice que en estos casos  las palabras  no suelen hacer efecto en este tipo de personajes. Sólo los hechos pueden modificar lo que no funciona si quiero apaciguarle. Cuando le veo así, no hablo, simplemente dejo que mire cómo actúo yo, cómo normalmente no me altero, soy paciente salvo cuando le veo en ‘actitud’ de paseo. Sí, en ese momento yo me pongo nerviosa, pero a partir de ahí hago mis ‘cosas’ con calma…

Pero no estoy aquí para ponerme medallas. Simplemente  hoy le he visto a más revoluciones y sólo por una solemne tontería. Ayer, jugueteando, logró hacer algo que había perseguido desde hace tiempo: cómo incrustar la música en esas presentaciones que a veces hace con sus fotos. Aprendió de paso a convertir los archivos de música de mp3 en el formato Wav que al parecer acepta mejor el PowerPoint, aunque ‘pese’ más.


Siguió las indicaciones que encontró en un video y después  de varios fracasos logró que la música sonara en una presentación y quedó satisfecho. Era esa sensación de descanso que se siente cuando ha dado varias vueltas a la cabeza. Así estaba la cosa, feliz, ‘orgulloso’ de su hazaña porque según él, funcionaba de ‘p…… madre’, el mal hablado.

Feliz y tranquilo hizo una presentación de prueba con unas fotos preciosas de unas puestas de sol que alguien le había enviado una mano amiga. Ya terminado, ufano, ‘subió’ la PPS a un sitio de esos que los albergan. Ya subido probó pensando que desde allí se oiría la música de ‘Candilejas’. Cual sería su decepción cuando todo su trabajo y satisfacción  se desplomaron todo su artilugio. Allí la decepción, allí la rabia contenida, allí esos sordos malhumores que se come a solas y que sólo yo sé apaciguarlos.

No tenía pensado mostrar su desengaño, prefería el silencio. Yo lo sabía, pero no hice nada para preguntarle, pedirle calma y cosas de esas que echan más leña al fuego. Simplemente me tumbé en el salón para que  mirara con qué paz yo vivía el ‘percance’. Durante unos minutos me miró y le contagié una parte de mi  sosiego, el suficiente para contar su inepcia, mientras seguía preguntándose: “¿Y cómo coño voy a lograr que lo que se oiga en mi ordenador,  se oiga también en el sitio donde está depositado?

Quizá alguna alma caritativa, tranquila, y experta nos dé la respuesta… (Pero que sea facilito)

AMEN 

Experencias

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¿Do la música?....¡Brrrrrr...!

Comentarios

M. Luz ha dicho que…
Pues siento no poder ayudar. Yo en estos menesteres soy un doble cero a la izquierda.
Pero las imágenes son fantásticas :)
Douce ha dicho que…
No te preocupes, M. Luz.

Ya he pasado la primera fase y estoy contento, aunque de momento no pueda servirlo a los demás. Si he esperado bastante tiempo para resolver el primer paso, puedo esperar más para que algún alma generosa me 'ilumine' o lo encuentre servidoe por 'causalidad' en cualquier momento.

Sí, es verdad que las imágenes son preciosas, maravillan y sosiegan. Las había estrenado con un 'Candilejas'...

De todos modos es de agradecer palabras sinceras y cariñosas.

Felices sueños

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