Besançon en el recuerdo
A los que me dieron calor
Cuando helado como un témpano
Mendigaba mi comida.
Jean-Pierre Bérubé
Esta
entrada es hija de la nostalgia. Cuando uno está cerca del final, sigue
pensando en el momento, sin preocuparle demasiado el futuro y reviviendo partes
del pasado. Uno vuelve a los sitios en que se sintió bien y ‘nostalgea’, una extraña
mezcla de felicidad y añoranza.
Besançon |
La
nostalgia del Náufrago tiene un nombre propio: Besançon, (Visontio, Bisontium, Besanzón de aquel Franco Condado) . Tres veranos, en distintas fechas de recuerdos muy
gratos. La nostalgia que le visitó estos días
llegó de la mano de una canción. Una canción que ha oído y cantado
decenas veces. Guarda el recuerdo de una
cara de bohemio, de pelo blanco, canadiense, que había dado la vuelta al mundo
decenas de veces regalando su lengua, su sensibilidad, su ilusión, su música… En aquella clase en forma de anfiteatro, se
sentaban decenas de profesores/alumnos que provenían de diversos países: afganos,
chinos, italianos, polacos, japoneses, españoles… toda una gama de lenguas y
costumbres.
Cantábamos
en el aula, en los teatros, hasta en la Grand Rue de Besançon para bisontinos y extranjeros. Canciones
conocidas y canciones del maestro. Ésta de la que ha hablado varias veces en
esta isla y hoy la recuerda de nuevo: “Je ne cherche pas, je trouve”, autor
Jean Pierre Bérubé.
Un paseo por la DOUBS Besançon |
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