Sueños antiguos, nuevos
Sucedió ayer, Becaria y Náufrago, escogieron un paseo al
borde del mar, huyendo del ‘Menú’ que nos ofrecían las sabrosas noticias
diarias. Alejados un poco de la ciudad,
subimos por una montaña cercana al faro,
desde donde se divisa el Cantábrico.
Todo era normal, Douce, la Becaria, disfrutaba hundiendo sus
patas en las hierbas mojadas y olfateando decenas de ‘recados’. Subieron hasta
la casamata que aún recuerda las huellas de nuestra ‘Guerra’ y el matacán desde
donde también se disparaba desde ambos bandos. En la falda del montículo les llamó
la atención la ‘casa’ de nuevos ocupantes en lo que fuera refugio en otros tiempos.
Perra y Náufrago entraron en la casamata. Douce seguía
oliendo todo el suelo ajena a los lejanos recuerdos en que se había hundido su
compañero. La ‘fortaleza’ estaba ornada de graffitis llena de jóvenes amores. Él siguió pensando. En los sueños nocturnos desfiló por su mente de papel una
historia de odios que creía antiguos y le parecían cercanos…
...Y despertó del sueño
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