La España de la Hojalata

DE LA HOJALATA AL PLEXIGLÁS.

El lañador

A veces uno lee u oye unas simples palabras que le devuelven a su 'Patria'. No hablamos de esa  'patria' de  patrioteros enajenados. Pero dejemos la 'patria' con minúscula, agria, vengativa , y volvamos a la Patria con mayúscula que nos modeló la Infancia y que está hecha de lo que de verdad somos. 

Hoy, la frase que devolvió al Náufrago a su verdadero País fue una palabra que hacía decenas de años que no la había vuelto a oír con aquella voz áspera y cantarina que se abría paso entre nuestros juegos. La palabra era 'lañador'  y la cantinela que le devolvió a los candiles de las noches  de apagón, las cántaras matutinas del lechero y su 'cuartillo', los braseros de noche, los cubos y los barreños del agua del sábado, los embudos del vino o del aceite, la 'capuchina' para subir al 'sobrao', los juguetes de hojalata de todos los 'reyes' de entonces :'magos'... Era una vida de hojalata que luego se convertiría en plexiglás y plástico.

Seguiría recordando la de vidas que surgieron al reconocer este grito:

¡El laterooouooooooooo! ¡Se arreglan las  ollas de porcelana, se echan culos nuevos!
¡El lañaoooooooor! ¡Se lañan los lebrilloooos!
¡El lañaooooor! ¡Se arreglan pucheeeeeeroooooos y peeeeroooooooles..!“

Ahora no sabría decir de verdad de qué soy... Quizá 'líquido':-)

La España de hojalata from Miss Douce