Tampoco es eso

MARIANO, ¿ QUIÉN TE ASESORA?
Le jour du Quatorze Juillet
Je reste dans mon lit douillet.
La musique qui marche au pas,
Cela ne me regarde pas

George Brassens: “La mauvaise réputation

Así hablaba Brassens de su 'mala fama' entre entre las ‘buenas gentes’ de su tierra. Y para patriotas chovinistas, los franceses. Paco Ibáñez, tradujo un poco libremente sus palabras y las adaptó de esta manera: “Cuando la fiesta nacional / Yo me quedo en la cama igual,/ Que la música militar / Nunca me pudo levantar.”

El Náufrago no se quedará en la cama porque se levantó temprano, pero es seguro que no encenderá la tele, no verá ningún desfile, no exhibirá ninguna bandera. No entiende ese tipo de patriotismo de himnos, desfiles y banderas, que es el que al parecer quieren vendernos los unos y los otros. (Abro el periódico y veo un anuncio del Gobierno de España con mapas, soldados con casco y micrófono, tanques, fragatas y aviones Fhantom. Debajo una leyenda: 12 de octubre. Día de la Fiesta Nacional) Los franceses por lo menos, además de desfiles, tienen verbenas.

Hasta el señor Rajoy, ha abandonado su retranca gallega que sienta mejor a su carácter irónico y haciendo caso de no sé qué presiones (¡Dios mío, qué asesores de imagen y estrategia se gasta el PP!) ha salido, en plan caudillo, hablando de banderas, de orgullos patrios y otros vanos señuelos. El mismo tono, los mismos halagos a los más primarios instintos, que alimentan todos los ‘nacionalismos’ de corto vuelo y de horizonte pueblerino. No se necesita pensar demasiado para azuzar esas elementales reacciones, sobre todo si miramos lo que nos rodea. Creo que hay muchos españoles que no se sienten nada orgullosos de vivir en el país que estos políticos están creando. El Náufrago por lo menos, cada día se siente más defraudado.


Si se retiró a una isla es porque no entiende esos patriotismos de himnos, desfiles, proclamas y banderas. No entiende ningún nacionalismo ciego, gregario, rencoroso, ‘orgulloso’, subrayando lo distinto y no aceptando las diferencias. No entiende los nacionalismos de trinchera, de odios, de reproches, de exclusiones, de división de buenos y malos, rojos y azules, centralistas o periféricos. Douce tampoco entiende nada de naciones, lenguas, himnos o banderas. Su patria son su olores, los ‘suyos’, todos aquellos que quieran compartir con ella juegos, carreras y olores varios.

- «¡No es eso, no es eso!» Ortega y Gasset, dixit.

Comentarios

Entradas populares