Las uvas de la ira

EMIGRACIÓN, INMIGRACIÓN

En su lectura diaria de la prensa, el Náufrago elude o pasa de puntillas cuando hablan los políticos o los periodistas hablan de política. Le atraen más las noticias que hacen referencia a experiencias humanas o tratan acontecimientos culturales y hasta deportivos. Estos últimos no demasiado.

Hoy le ha sorprendido este reportaje sobre ‘Emigración frente a inmigración’, según titula la reportera de El País Tereixa Constenla, enviada a Aviñón. Empieza su reportaje así:
“Cada año, 11.000 españoles acuden a la vendimia francesa; sin embargo, sólo en Ciudad Real, se precisan 30.000 jornaleros para recoger la uva. Tan paradójico trasiego responde a una lógica aplastante: los primeros acuden al país vecino con contrato y seguro, cobran 8,44 euros por hora, reciben alojamiento (con cocina, agua caliente y baño) y prestaciones sociales, incluidas ayudas por hijos. Los segundos, en su mayoría gitanos rumanos o búlgaros, duermen en campamentos insalubres (incluso en tinajas, como en Socuéllamos), carecen de contrato, seguro e incluso permiso de trabajo, y cobran 42 euros diarios de jornal, aunque una parte se lo lleva el comisionado sin necesidad de cortar ni un racimo.”
Esta realidad, que tiene por supuesto sus matices, ha hecho retrotraer al Náufrago a finales de los años 60 y principios de los 70, cuando decenas de miles de jornaleros, familias enteras, levantaban sus casas y traspasaban la frontera con lo puesto para cortar las ‘uvas de la ira' de la emigración en los viñedos franceses. Junto a estos necesitados de dinero, ganado en jornadas inacabables, había también otro tipo de ‘vendimiadores’, jóvenes en general, para los que ir a vendimiar era una manera de rebelión contra la comodidad burguesa de los que se resignaban a aquella atmósfera angustiante de los últimos años del Régimen.

De creer las memorias de aquellos jóvenes rebeldes, con o sin causa, con más o menos esnobismo, la casi totalidad de nuestros progres cincuentones o sesentones actuales, o rebeldes reconvertidos, fueron a por uvas a las campiñas de Burdeos, del Ródano, de La Borgoña, del Beaujolais o del Languedoc. Tantos, como en mayo del 68 andaban levantando adoquines por el Barrio Latino, para ver si debajo del ‘pavé’ parisino encontraban la playa.

El Náufrago, que nunca fue ‘progre’, si acaso algo pobre, no fue a la vendimia francesa, sólo pasó los veranos del 66 y del 67 sirviendo ‘escargots’, desayunos, cenas y chocolates en la Grotte Valaisanne, en el cantón suizo de Friburgo. Hasta ahí llegó su experiencia de estudiante / camarero / emigrante.

Qué diferencia de trato y condiciones entre aquellos temporeros y los de hoy: “las cocinas de los temporeros de Alcalá del Valle (Cádiz) que trabajan para Thompson no desentonarían en un catálogo de Ikea. Lámparas modernas, fotos de Cartier-Bresson y Doisneau y tonos pastel. 'Cuando empecé a venir a Francia, hace más de 40 años, nos metían donde los becerros', revive Paco Soriano, que a sus 67 años emigra más por nostalgia que por necesidad. Es una excepción.

Ahora los que duermen en campamentos insalubres, sin duchas, ni baños o en tinajas, trabajando de sol a sol por salarios de explotación son rumanos, búlgaros o polacos. Las uvas de la ira de la emigración señalan siempre a los pobres sin tierras la misma dirección: “go west”. Siempre hubo uvas agraces.

  • “No se necesita valor para hacer una cosa cuando es lo único que puedes hacer.” Tom Joad.- “Las uvas de la ira”. John Steinbeck

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias por el interés julio, en realidad sólo salen mini-reportajes mios, y es un programa sobre RTVE, se llama bienvenidos a Casa, en la web de rtve puedes ver el horario pero te digo lo que a mi familia, para un minutín que salgo no hace falta q te pongas la radio.

Yo estoy tratando de disfrutar del trabajo y de la vida. Muak!!!!
Anónimo ha dicho que…
Hola, Marta

He echado un vistazo a la Web de RNE y he visto el contenido de 'vuestro' programa.

Algún sábado pondré la radio a esa hora, si mi siesta no lo impide. Ya te comentaré. Y si te puedo oír ya puedo poner voz a tu cara y a tus escritos:-)

Vas a salir hecha una experta en la vida y milagros de RTVE y sus entretelas. Supongo que tendrás que consultar los archivos de la casa y puede ser una enriquecedora experiencia.

Besos labiofónicos:-)
Anónimo ha dicho que…
El programa es completamente promocional de la "casa", vamos q se trata de mirarnos el ombligo, pero yo trato de pasárlo lo mejor posible

Muack

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