Asesinos sin alma

El Náufrago no ha querido que Douce vea esta imagen. Es mejor que no se entere de que existen seres así en el mundo. No lo entendería. Es demasiado perra para comprender que haya 'humanos' que sean capaces de hacer esto.

Esto, es atar a su perra a la parte posterior de su vehículo con una cuerda y arrastrarla durante más de 2 kilómetros y después dejar que se desangrara en una cuadra. La intervención de la Guardia Civil impidió que el animal muriera y lo llevó hasta una clínica veterinaria que tratara de curarlo.

Esta es la foto del animal. En su cara, ni un gesto de protesta, en su interior, sólo dolor, dolor profundo por las heridas que le han inferido y dolor porque eso haya podido hacerlo alguien con quien ha convivido, a quien ha servido, obedecido, acompañado sin exigir jamás nada. Simplemente un poco de afecto, si eso cupiera en un ser de esta ralea.

La posible pena que pudiera caerle siempre será poca, si es que llega a producirse. La única cosa que se me ocurre - y trato de ser benigno - sin que me hierva más la sangre, es que a cabrones de esta especie se les hicieran algo parecido.

Esta noche el Náufrago va a dormir con una sabor amargo en la garganta del alma. Douce estará al lado, sin saber nada, pero sentirá que hay un plus de cariño para compensar lo que le ha ocurrido a su amiga.

Foto: J. Manuel Pardo

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