Hablábamos de MANUEL AZAÑA
Será una farsa, pero traerá destrucción. Los mercaderes del odio se frotan las manos
Félix de AZÚA |
Los últimos meses de Azaña son tan aciagos como los de Machado o los de Benjamin, pero no han merecido ni piedad ni admiración, sólo olvido. Quizás porque Azaña escribió lo que pensaba sobre las causas de la Guerra Civil, aparte de Franco, y señaló con su dedo de moribundo a tres responsables: la cobardía de Francia e Inglaterra, el caos criminal de la extrema izquierda española y la traición delirante de los nacionalistas catalanes. Así que nadie estaba muy dispuesto a rendir respetos al pobre Azaña. Tan es así que los 11 artículos sólo se publicaron en España en el año 2002 con un certero prólogo de Gabriel Jackson. A pesar de los miles de libros que se han escrito sobre la derrota, esta lectura sigue siendo conmovedora.
Lo he vuelto a leer estos días porque me agobiaba cuánto se va asemejando nuestro país al de 1936. No como tragedia, sino como farsa. Al igual que en el viejo cauce seco que todos olvidaron se construyeron viviendas, hoteles y campings que un buen día fueron arrasados cuando una lluvia torrencial volvió a colmarlo, así también sospecho que el viejo cauce cainita, asesino y caníbal de los españoles puede traer una avenida devastadora cualquier día de estos. Será una farsa, pero traerá destrucción. Los mercaderes del odio se frotan las manos.
ESPAÑA Y LAS CIRCUNSTANCIAS
BERTA- AZÚA |
Comentarios
Las historias se repiten de alguna manera y las personas no han perdido del todo de qué materia estamos hechos, aunque la vida cambie un poco en algo pero verte la misma sangre
Pasan los meses, seguirán más, sin saber cómo arreglar lo que está desarreglado.
Por lo menos que no nos vendan lo que no tienen.
Berta no necesita pensar. Está bien