España indestructible
EL RUIDO DE LA CALLE
"A pesar de lo que dijeran los masocas del 98 –Ilyá Ehrenburg nos llamó andrajosos–, España ha dejado de ser aquel país tenebroso, sectario y arcaico. Es el país más feliz del mundo después de Dinamarca y, con Corea, el de mayor éxito en el mundo, en la vanguardia de la salud, la invención, las infraestructuras y el turismo. País indestructible.
…
La pregunta de hoy es si esa edad de oro narrada en las bucólicas de Jesús Banegas puede ser destruida por el mal gobierno y por dos de nuestros fracasos, corrupción y separatismo. «Tenemos más sedes de partidos que en Estados Unidos. Cuántas más sedes, más facilidades para la corrupción», explica.
Hoy vamos a empezar a ver si España es indestructible o no, si tenía razón Bismarck en aquella cita apócrifa según la cual éste es más fuerte que ningún otro país porque los españoles han intentado destruirla y no lo han conseguido. Se inicia en San Jerónimo la sesión de investidura.
Pedro Sánchez, propuesto por el Rey, intentará convencer a los parlamentarios de que le apoyen para ser presidente del Gobierno. Si Pedro Sánchez fracasara en la primera investidura, llegará –o no– el turno de Mariano Rajoy. El presidente en funciones defenderá un Ejecutivo con Pedro Sánchez y meses más tarde se ideará una coalición de izquierdas. Y si todo fracasa –incluido un Gobierno sin Mariano y sin Pedro–, habrá nuevas elecciones. Estamos viviendo una avalancha de conjeturas y mentiras, un pasilleo de nomenclaturas. Las conversaciones se han realizado a oscuras, en secreto. Seguimos, a pesar del optimismo de Banegas, en el eterno laberinto español, el de Brenan: pequeñas repúblicas, hostiles entre sí. El minotauro de un solo ojo se esconde en las comunidades que se detestan. La primera dificultad para formar una mayoría es el enfrentamiento entre los del derecho a decidir y sus contrarios.
Pedro Sánchez, propuesto por el Rey, intentará convencer a los parlamentarios de que le apoyen para ser presidente del Gobierno. Si Pedro Sánchez fracasara en la primera investidura, llegará –o no– el turno de Mariano Rajoy. El presidente en funciones defenderá un Ejecutivo con Pedro Sánchez y meses más tarde se ideará una coalición de izquierdas. Y si todo fracasa –incluido un Gobierno sin Mariano y sin Pedro–, habrá nuevas elecciones. Estamos viviendo una avalancha de conjeturas y mentiras, un pasilleo de nomenclaturas. Las conversaciones se han realizado a oscuras, en secreto. Seguimos, a pesar del optimismo de Banegas, en el eterno laberinto español, el de Brenan: pequeñas repúblicas, hostiles entre sí. El minotauro de un solo ojo se esconde en las comunidades que se detestan. La primera dificultad para formar una mayoría es el enfrentamiento entre los del derecho a decidir y sus contrarios.
Los partidos se contradicen en este asunto de la pulsión destructiva, acaso mienten, y lo proclaman con tanto énfasis como si dijeran la verdad. Aristóteles dijo, y es cosa verdadera –no sólo lo del Arcipreste: sustentamiento y hembra placentera–, que «el castigo al mentiroso es no ser creído aún cuando diga la verdad»
Raúl del POZO
Comentarios
Mil gracias, en este absoluto revoltijo que vivimos leer algo medio coherente, lúcido y hasta diría en el fondo positivo por aquello de que somos indestructibles, es oxigeno en medio de tanto asfixie ;)
Venga! un besito para todos en la isla, os lo habéis ganado!
Lo del 'Buenas noches' se refiere para nosotros, aquí, ahora, pero no lo veo nada bueno por lo poquito que he oído , no mucho, porque no aguanto y no seguiré escuchando toda palabra vaga,del aire, que se esfumará enseguida.
No te voy a dar la lata con todo eso que se van al aire . Somos algo más que lo que nos vierten y nos quieren vender. Vale.
Apreciamos lo que recibimos. Berta se ocupa de nosotros y lo hace muy bien.
¡Guauuuuu! cariñoso. Ella es siempre así y da vida
Boas noites!