Cinco horas con Miguel Delibes
DELIBES, SIEMPRE
"A la mala costumbre de hablar de sí mismo,
y de los propios defectos hay que añadir, como
formando bloque con ella, ese otro hábito de
denunciar en los caracteres delos demás
defectos análogos". MARCEL PROUST
(Del prólogo: "Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso")
y de los propios defectos hay que añadir, como
formando bloque con ella, ese otro hábito de
denunciar en los caracteres delos demás
defectos análogos". MARCEL PROUST
(Del prólogo: "Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso")
El Náufrago no es crítico literario, ni siquiera un buen lector. Digamos, en su descargo, que cada día trata de intentarlo, y algo va aprovechando. Ayer, al abrir los periódicos digitales se enteró del fallecimiento de Miguel Delibes. Desde entonces su nombre, su memoria, los momentos pasados leyendo sus libros, no han dejado de revolotear por su cabeza. Esta mañana, rebuscando en su desordenada biblioteca, si se puede dar ese nombre a unos libros dispersos por diferentes estanterías, sin orden ninguno, ha encontrado alguno de sus libros: El camino, Las ratas, Diario de un emigrante, El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes, Cartas de un sexagenario voluptuoso y por más que ha buscado, no ha encontrado uno de sus preferidos, Cinco horas con Mario…
Hoy todos los periódicos, imagino que la Televisión y la radio también, hablarán de él, pero él no lo verá, ni lo oirá. Subrayarán lo que ha representado su prosa y su mimo por nuestra lengua, sobre todo del mundo rural: “Cada vez que muere una palabra de ‘patois’ o que no haya nadie para respetar el gesto de los humildes, la Humanidad entera pierde un poco de su sabia y de su sabor”, su pasión por la Naturaleza: “Los hombres no hemos acertado a establecer la relación Técnica-Naturaleza en términos de concordia". No sé si alguno recordará su amor por los niños: “Dicen que después de la amistad y la literatura, los niños son mi gran pasión. Desde luego mis nietos me apasionan”. Su respeto por la lengua le llevaba a decir: “Mis personajes hablan poco, pero es por escepticismo: han comprendido que, a fuerza de degradar el lenguaje, lo hemos inutilizado”. (¿Les dice algo eso?)
El Náufrago no abundará en los adjetivos que hoy aparecerán en todas las glosas: cercano, sencillo, humano, coherente, maestro, poco amigo del bullicio. En su tiempo libre le gustaba retirarse a su pequeño refugio de Sedano, para poder escribir: "Prefiero escribir en el campo. me libera más."
Miguel Delibes ha muerto. Sus últimos años, tras la entrega de “El hereje”, coincidente con su operación de colon los cuenta con amor de nieta, Ángeles Corzo, quien le entrevistó en su retito burgalés. Su cuerpo se resistía “a continuar la vida que hacía antes”. Ya no daba los paseos por el campo, ni montaba en bicicleta, ni acudía a las sesiones de la Academia. Se encontraba ‘jodido’, pero no podía olvidar su ingenio, su admiración por la belleza en todos sus manifestaciones, su sentido del humor…”
Fue un hombre en el sentido más hondo y más amplio de la palabra. Ese Hombre que ha dejado retratado en sus novelas, ese espíritu seguirá viviendo para todo aquel que quiera acercarse y abrevarse en su fuente. Será el homenaje que el Náufrago le hará, para aprender de una puta vez lo que es la Vida.
Hoy todos los periódicos, imagino que la Televisión y la radio también, hablarán de él, pero él no lo verá, ni lo oirá. Subrayarán lo que ha representado su prosa y su mimo por nuestra lengua, sobre todo del mundo rural: “Cada vez que muere una palabra de ‘patois’ o que no haya nadie para respetar el gesto de los humildes, la Humanidad entera pierde un poco de su sabia y de su sabor”, su pasión por la Naturaleza: “Los hombres no hemos acertado a establecer la relación Técnica-Naturaleza en términos de concordia". No sé si alguno recordará su amor por los niños: “Dicen que después de la amistad y la literatura, los niños son mi gran pasión. Desde luego mis nietos me apasionan”. Su respeto por la lengua le llevaba a decir: “Mis personajes hablan poco, pero es por escepticismo: han comprendido que, a fuerza de degradar el lenguaje, lo hemos inutilizado”. (¿Les dice algo eso?)
El Náufrago no abundará en los adjetivos que hoy aparecerán en todas las glosas: cercano, sencillo, humano, coherente, maestro, poco amigo del bullicio. En su tiempo libre le gustaba retirarse a su pequeño refugio de Sedano, para poder escribir: "Prefiero escribir en el campo. me libera más."
Miguel Delibes ha muerto. Sus últimos años, tras la entrega de “El hereje”, coincidente con su operación de colon los cuenta con amor de nieta, Ángeles Corzo, quien le entrevistó en su retito burgalés. Su cuerpo se resistía “a continuar la vida que hacía antes”. Ya no daba los paseos por el campo, ni montaba en bicicleta, ni acudía a las sesiones de la Academia. Se encontraba ‘jodido’, pero no podía olvidar su ingenio, su admiración por la belleza en todos sus manifestaciones, su sentido del humor…”
Fue un hombre en el sentido más hondo y más amplio de la palabra. Ese Hombre que ha dejado retratado en sus novelas, ese espíritu seguirá viviendo para todo aquel que quiera acercarse y abrevarse en su fuente. Será el homenaje que el Náufrago le hará, para aprender de una puta vez lo que es la Vida.
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(Perdón por la mala calidad de las fotos, tomadas de su libro 'El camino')
(Perdón por la mala calidad de las fotos, tomadas de su libro 'El camino')
Comentarios
No tiene nada que ver con Cinco horas...., pero tampoco tiene nada que envidiar.
Besos.
Más dejado pasamá. ;-)
Coincido contigo en mi admiración por Delibes y en mi predilección por "Cinco horas Mario".
Además tuve la suerte de conocerlo en persona, porque uno de sus hijos, estaba en el mismo colegio mayor que mi marido y cada vez que llegaba a visitarlo, era todo un acontecimiento.
Es verdad, que no sólo se ha ido un gran escritor, se ha ido una persona estupenda. Casi siempre, hay una persona estupenda, detrás de aquel que disfruta con los niños y la naturaleza, como te ocurre a ti JULIO, por eso me caes tan bien, que lo sepas. Bueno, por eso y por tu magnífico sentido del humor... Estoy pensando, que a lo mejor eres pariente por alguna rama de Delibes jajaja.
Muchos besos y feliz finde.
Un guay grande para Douce.
Y para que no se me olvide nada, besos también para LOLA, si se acerca.
Creo que todas las que conozco tienen muchas fibras que tocar. Seguramente volveré a leerle por el simple placer de degustar una prosa tan cuidada y tantos matices tan humanos.
Recuerdo también con especial emoción la película de Camus sobre 'Los Santos inocentes', sobre todo el personaje de Azarías y el de Landa. Aún resuena con particular ternura aquel "¡Milana, bonita!".
Esta tarde se lo repetía a Douce:-), que aunque no vuele, siempre se acerca por aquí, cuando la llamo.
Feliz y amistosa tarde. Que lo disfrutes.
Quizá por encima, o al mismo nivel, coinciden en él el Hombre y el Escritor, la elegancia y la naturalidad, la sabiduría y la cercanía. Eso hace que su obra, no pase de moda. Seguirá sirviendo para estos tiempos tan diferentes y al mismo tiempo, tan de siempre.
Escribió en tiempos difíciles, donde había que bordear la censura Supo hacerlo, porque hablaba de los hombres y las mujeres de siempre que a pesar de los cambios siguen sintiendo la soledad, la belleza, el amor, la ternura, la verdad íntima.
También hubiera querido a Douce, aunque no tiene mucho arte para la caza.Pero hubiera disfrutando por los campos del pueblo del Nini, allá por Cerro Chato, el Cerro Cantamañanas, el Pezón de Torrecillorigo y la cueva del Tío Ratero
Recibe sus guaus, más guais, y mi afecto.
Ya os contaré.
Me ha encantado también tu guinda en esta entrada:
"Será el homenaje que el Náufrago le hará, para aprender de una puta vez lo que es la Vida"