Tebeos y Faros de papel
LA LUZ DE LOS CÓMICS
Mi amigo Max Tebeo es, como pueden ver por su sobrenombre, un amante del llamado mundo del cómic. Para él, que es antiguo, seguirá llamándose ‘tebeo’ como aquel entrañable TBO del profesor inventor Franz de Copenhaguen o la peculiar familia Ulises que cerraba la vieja publicación que pasaría por diferentes manos hasta su desaparición. Su imaginario infantil se nutrió en una gran parte de Roberto Alcázar y Pedrín, del Guerrero del Antifaz, de cutos, capitanes trueno, de jabatos, pumbys, pulgarcitos, dedetés (DDT) y otras fantasías.
A veces, aquellas lecturas debía hacerlas clandestinamente, en horas en que los ‘mayores’ de la casa dormían las largas siestas del verano que a él le horrorizaban. Debía mantenerlos fuera de los ojos paternos para quien Max empleaba demasiado tiempo en esas lecturas que eran considerabas ‘frívolas’ y nada instructivas. Era muy importante lograr que esos preciosos ‘tebeos’ no fueran a la papelera o sirvieran para encender la cocina de carbón. Tenía que arreglárselas para esconderlas en rincones a las que las manos paternas no pudieran acceder. Por ejemplo, entre las costuras de los butacones del ‘recibidor’, lugar de la casa que estaba reservado sólo para las ‘visitas’ que venían hacer alguna consulta.
Los cómics , toda clase de juegos, decenas de juegos, y sus ‘gansadas’, eran el mundo por el que la imaginación de Max se evadía de aquella realidad más bien oscura, rutinaria y poco estimulante. Tras los tebeos vendrían los libros de Salgari, los de la editorial Juventud y otras que ahora no recuerda.
Hoy, según me ha dicho, ha subido hasta el faro a ver la exposición del “Centro de Arte de Cabo de Faro Mayor “ (FCM) que además de recoger la obra del principal impulsor de este museo, Eduardo Sanz y su esposa Isabel Villar, sirve para exposiciones temporales. Sanz ha dedicado toda su vida artística a este mundo de vigías que guían, cobijan y advierten del peligro a todos los mareantes desde su luminosa, erguida y altiva soledad.
La exposición se titula “Faros de papel” - la luz de los cómics – preparada por Jordi Ojeda Y Francesc Solé que después de haber leído más de un millón de páginas de cómics dedicadas al mundo marino, han seleccionado más de sesenta obras en las que aparecía la figura del faro con un especial protagonismo. Los nombres de sus autores van desde los más conocidos para los amantes de este arte a otros menos conocidos pero no menos importantes: Goscinny, Hergé, Francisco Ibáñez, Francesc Capdevila “Max”, Víctor Mora, Masayuki Takami, Albert Uderzo. Hill...
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Viñeta.- autor: Max " Hechos, dichos y ocurrencias de Bardín el Superrealista"
Mi amigo Max Tebeo es, como pueden ver por su sobrenombre, un amante del llamado mundo del cómic. Para él, que es antiguo, seguirá llamándose ‘tebeo’ como aquel entrañable TBO del profesor inventor Franz de Copenhaguen o la peculiar familia Ulises que cerraba la vieja publicación que pasaría por diferentes manos hasta su desaparición. Su imaginario infantil se nutrió en una gran parte de Roberto Alcázar y Pedrín, del Guerrero del Antifaz, de cutos, capitanes trueno, de jabatos, pumbys, pulgarcitos, dedetés (DDT) y otras fantasías.A veces, aquellas lecturas debía hacerlas clandestinamente, en horas en que los ‘mayores’ de la casa dormían las largas siestas del verano que a él le horrorizaban. Debía mantenerlos fuera de los ojos paternos para quien Max empleaba demasiado tiempo en esas lecturas que eran considerabas ‘frívolas’ y nada instructivas. Era muy importante lograr que esos preciosos ‘tebeos’ no fueran a la papelera o sirvieran para encender la cocina de carbón. Tenía que arreglárselas para esconderlas en rincones a las que las manos paternas no pudieran acceder. Por ejemplo, entre las costuras de los butacones del ‘recibidor’, lugar de la casa que estaba reservado sólo para las ‘visitas’ que venían hacer alguna consulta.
Los cómics , toda clase de juegos, decenas de juegos, y sus ‘gansadas’, eran el mundo por el que la imaginación de Max se evadía de aquella realidad más bien oscura, rutinaria y poco estimulante. Tras los tebeos vendrían los libros de Salgari, los de la editorial Juventud y otras que ahora no recuerda.
Hoy, según me ha dicho, ha subido hasta el faro a ver la exposición del “Centro de Arte de Cabo de Faro Mayor “ (FCM) que además de recoger la obra del principal impulsor de este museo, Eduardo Sanz y su esposa Isabel Villar, sirve para exposiciones temporales. Sanz ha dedicado toda su vida artística a este mundo de vigías que guían, cobijan y advierten del peligro a todos los mareantes desde su luminosa, erguida y altiva soledad.
La exposición se titula “Faros de papel” - la luz de los cómics – preparada por Jordi Ojeda Y Francesc Solé que después de haber leído más de un millón de páginas de cómics dedicadas al mundo marino, han seleccionado más de sesenta obras en las que aparecía la figura del faro con un especial protagonismo. Los nombres de sus autores van desde los más conocidos para los amantes de este arte a otros menos conocidos pero no menos importantes: Goscinny, Hergé, Francisco Ibáñez, Francesc Capdevila “Max”, Víctor Mora, Masayuki Takami, Albert Uderzo. Hill...
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Viñeta.- autor: Max " Hechos, dichos y ocurrencias de Bardín el Superrealista"
Comentarios
y tb la viñeta q dice: "mira muchacho, como dijo el capitán Nemo el mar es el refugio de los hombres libres"
pero sobre todo aquella: "a la gente cuando se le tuerce una mueca amarga deberia darse al mar lo antes posible. Viajar es el sucedaneo de la pistola y la bala"
bella la exposición!!
gracias