Vida cotidiana

“TOLLE ET LEGE” (‘Toma y lee’ ¡coño!)*

Un hombre hecho y deshecho
os habla. Soy distinto cada año.
Tengo un desconocido por el pecho.
Sí. Miradme a los versos. No os engaño.
Manuel Alcántara. “Biografía”

Es de suponer que la cotidianidad de un Náufrago interese a muy poca gente, ni falta que les hace a casi nadie. Pero él si está interesado en que cada día le salga decente, por lo menos. Como cualquier vida de jubilado tampoco son demasiado variadas las tareas que le están reclamando. Así que organiza su rutina, ‘le mieux possible’, es decir, a su gusto.

La primera rutina del día, salvo imponderables salvedades, es dar un paseo con Douce e ir al quiosco a comprar la prensa. Una extravagancia como otra cualquiera. Lo hace por un motivo: porque la quiosquera siempre tiene alguna ‘chuche’ para Douce y le echa piropos del tipo: “¡Pero qué guapa es mi niña!”, cosa que con su dueño no hace. Cada cual tiene sus simpatías. Mientras Douce da su paseo matutino y hace sus habituales ocupaciones que no describimos, pero que se pueden adivinar, lo primero que hace su dueño es ir a la última página del Diario, uno de los cuatro rotativos locales que ofrecen la ‘pluralidad’ de la que presumen los políticos y los mismos empresarios. Así, mientras Douce está a lo suyo, el Náufrago lee la columna de Manuel Alcántara, veterano columnista que aparece en todos diarios pertenecientes al grupo del periódico local

Digamos un par de cosas de Manuel Alcántara y su columna. Si el Náufrago la lee es por razones muy sencillas. La primera y fundamental, porque sus artículos no sobrepasan las cuatrocientas palabras, cosa muy digna de agradecer. Su prosa es limpia y clara, sin adornos excesivos, sin citas de sabios, historiadores o filósofos, para demostrar la mucha cultura que acumulan, como suelen hacer algunos colegas del oficio. Esta limpieza y sencillez no están reñidas con la buena prosa, trata de aunar claridad y entretenimiento: Su “ primer mandamiento es no aburrir a Dios sobre todas las cosas», y lo logra. Habría que añadir toda la ‘sabiduría’ que le ha dado una vida vivida: su ironía, su sinceridad, su escepticismo. Sus opciones, quedan dibujadas entre líneas, en un refrán, en un juego de palabras. La edad le ha enseñado a cómo decir las verdades, sus verdades, sin dogmatizar. Su humor malagueño y sus cincuenta años de ‘bohemia periodística’ en Madrid, han hecho de él un filósofo de la vida que regala a quien le plazca, en sus artículos.

Así lo resumía en una entrevista:
“Hay una prosa que tiene encanto y que te lleva, y otra, sobrecargada, llena de datos y sentencias, que te hace muy fatigosa la lectura. Una cualidad del articulista debe ser la amenidad. El primer mandamiento es no aburrir a Dios sobre todas las cosas. Luego está la preocupación de ser asequible. La gente huye de la pedantería, no le gusta que le den lecciones. Yo creo que un artículo puede ser cualquier cosas menos un ensayo enano. El género es muy difícil y muy raro, porque participa del ensayo."
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* Esta alusión (ver supra) es en agradecimiento al hermano Dámaso, que nos hizo aprender la lista de todos los verbos irregulares latinos, a la tierna edad de los 12 años, y que aún recuerda: tollo, tollis, tollere, sustuli sublatum. (Bueno, lo de ‘coño’, no nos lo enseñó él, lo aprendimos nosotros solos)

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
La vida cotidiana me encanta.
:)
Douce ha dicho que…
De vez en cuando nos vienen bien los cambios de ritmo:reunión con amigos, un viaje, participar en alguna actividad,la asistencia a cualquier exposición,películas, teatro, conciertos, hasta una marcha por el campo, o ver un partido del mundial ¿O ya se ha acabado?:-)

Pero lo que cuenta también de verdad, es tratar de hacer cada día nuevo. No es fácil, pero debemos intentarlo.

Podemos ser cada día algo 'nuevos'.Conviene que nos demos 'sorpresas' a nostros mismos. Ser siempre el 'mismo', puede resultar un poco aburrido. Admito que haya gente que esté contenta como está y no necesite introducir cambios.

Afortunadamente ¡Hay gente p'a tó!
Campurriana ha dicho que…
Estoy de acuerdo contigo, Náufrago. Una cosa no quita la otra como se suele decir...Creo que en el fondo necesitamos también una estabilidad que en cierto modo es ofrecida por la rutina...De todas formas, siempre debemos tener presente en nuestros días algún suculento plan semanal y alguno más gordo semestral o anual, como puede ser un viaje...

Ay, no sé que terminaré diciendo porque aun no he comido y tengo un hambre!!!

Un saludo y feliz fin de semana. Nos veremos (virtualmente).

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