Hablemos de la moral y algunos encuentros

Pues si los astros dicen que toca hablar de LA MORAL, hablaremos. No conviene confundir esa MORAL, con LO MORAL. Lo MORAL es esa astucia y retorcimiento que los distintos talibanes de las religiones se han inventando y siguen inventándose, para tenernos secuestrados, atados a la culpa o a todo aquello que 'no nos es permitido'. La Moral de la que hablan los astros, es otra. Es la del estado íntimo del ánimo, la conciencia más o menos clara que tenemos de nosotros mismos para afrontar la vida sin miedos, mirándola de frente y tratando de descubrirla en el fondo de nosotros mismos, incluso adivinando la cara oculta del dolor. Esto dicen los astros:
Bonjour Julio,

Votre Moral du lundi 24 mars 2008 :

Vous aurez bon moral. Les craintes non fondées au sujet de votre avenir s'envoleront bientôt. Même si vous doutez de l'issue favorable à votre situation, vous ne pouvez que sourire à la vie. Vous pouvez croire maintenant que c'est votre tour d'avoir cette chance !

Convendrá escucharles, tratar de seguir la ruta que nos marcan, sin por ello sentirse atado a ellos. Los astros 'sugieren', no ordenan. Y si hay que creer que la moral será buena, es probable que así sea. Los miedos que nunca tienen fundamento si somos nosotros los que los alentamos con nuestros pensamientos, volarán, pues es su destino. Incluso si nosotros dudamos de que las cosas vayan a salir como nosotros deseamos, tenemos que sonreír a la vida. Siempre podremos decir: "¡esta es la mía!".

...

-Y cambiando de tercio, hablando de elevar la moral. Esta mañana ha tenido el Náufrago la ocasión de sentir ese regalo del día. Se hallaba en una librería recorriendo con sus ojos las portadas de varios libros, cuando de pronto una mujer menudita con una cara muy agradable y una leve sonrisa tras sus gafas le pregunta:

- "¿Eres Fulano de tal, no me conoces?" Fui alumna tuya.

La verdad que el Náufrago no la reconocía, pero en un acto de buena voluntad, porque ella sí le había reconocido, dijo queriendo creer lo que decía:

- "Estoy tratando de reconstruir tu cara", una torpe manera para no reconocer que habían transcurrido más de veinte años.

- "Me alegro mucho de verte. Tengo 41 años, me diste clase en el Instituto"

Ella proclamaba casi orgullosa su edad como diciendo: el tiempo ha pasado pero yo recupero un poco mis 17 años al verte. Sin embargo él, se sentía más viejo y al mismo tiempo más joven al sentir aquella voz que seguía contando, sus buenos recuerdos.

- "Me alegra mucho verte. Seguí estudiando francés y ahora al verte es como si regresara a aquellos años.

El Náufrago se sentía al mismo tiempo contento y algo abrumado. Una chica de unos dieciocho años estaba a su lado, discretamente alejada pero siguiendo la escena. El Náufrago la miró, vio que sonreía al oír a su madre hablando con aquel señor que no conocía de nada.

- " ¿Es tu hija?", preguntó, sabiendo que era más o menos una obviedad, pero quería integrarla de algún modo a aquel cariñoso encuentro.

Siguieron hablando un poco, celebrando los dos el sabor de este encuentro y al despedirse el Náufrago no pudo por menos de darle dos besos muy sentidos, agradeciéndole desde dentro, que se hubiera acercado a ese señor tan serio para decirle. "¿Eres..., verdad, no me conoces?"

Aún sigue saboreando en la isla, mientras esto escribe, esa hermosa sensación que reconforta por dentro. ¿Cuántas sensaciones de éstas andarán por ahí sueltas, sin que haya un lugar, una fecha y una hora para decirnos: " Me siento muy bien al verte"?

Comentarios

Entradas populares