VIVIR LA COHERENCIA CARDÍACA.
El Náufrago de esta Isla no va dar ninguna lección de nada a nadie, tiene mucho que aprender. En este mundo de los facebooks, twietters, whatsappas, sálvames, prensas, informaciones, televisiones y compañía quizá sea difícil tener unos minutos para hablar con el que vive con nosotros. Estamos tan 'ocupados' que no tenemos tiempo para abstraernos del mundo exterior para que cerebro y corazón se ayuden mutuamente. Llámese 'coherencia cardíaca' o 'equilibrio interior' no importa.
Perdonen, va a abstraerse unos minutos del mundo exterior:
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"Como sucede en la tradición del yoga, de la meditación, y de todos los métodos de relajación, la primera etapa del ejercicio consiste en dirigir la atención hacia el interior de sí mismo. La primera vez que se practica es necesario en primer lugar abstraerse del mundo exterior y aceptar apartar toda preocupación durante unos minutos. Aceptar que nuestras preocupaciones pueden esperar un poco, el tiempo necesario para que el corazón y el cerebro recuperen su equilibrio, su intimidad.
- La mejor manera de lograrlo es comenzar realizando dos respiraciones lentas y profundas. De entrada estimulan el sistema parasimpático e inclinan ligeramente el equilibrio del lado del “freno” fisiológico. Para lograr un efecto máximo, habrá que permitir que la atención acompañe el aliento al principio de la espiración y realizar una pausa de algunos segundos antes de que se desencadene por sí misma la siguiente inspiración. De hecho, hay que dejarse llevar por la espiración hasta el punto en que se transforma de manera natural en una especie de dulzura y ligereza.
- Los ejercicios orientales de meditación sugieren continuar con esta práctica centrada en la respiración todo el tiempo posible, manteniendo el espíritu vacío. Pero para maximizar la coherencia cardiaca es necesario que, al cabo de diez o quince segundos de esta estabilización, se lleve conscientemente la atención a la región del corazón, en el pecho. Para esta segunda etapa, lo más sencillo es imaginar que se respira a través del corazón (o de la región central del pecho, si todavía no se siente directamente el corazón). Se continua respirando lenta y profundamente (pero con naturalidad, sin forzar), y se visualizan –sintiéndolas- cada inspiración y espiración, atravesando esta zona tan importante del cuerpo. Imagine que la inspiración le proporciona, al pasar, el oxígeno que necesita, y que la espiración le permite deshacerse de los residuos que ya no necesita. Imagine los movimientos lentos y flexibles de inspiración y espiración, que permiten que el corazón se lave en ese baño de aire puro, clarificador y tranquilizante. Aproveche ese regalo que le está ofreciendo. También puede imaginarse el corazón como un niño en un baño de agua tibia, donde flota y disfruta, a su ritmo, sin restricciones ni obligaciones. Como un niño al que usted ama y que juega, sin pedirle nada más que ser el mismo, en su elemento natural, y usted le mira simplemente, observa cómo se las compone a su manera, mientras continua aportándole aire dulce y tierno.
- La tercera etapa consiste en conectarse a la sensación de calor o de expansión que se desarrolla en el pecho, y acompañarla y animarla con el pensamiento y la respiración. Al principio acostumbra a ser tímida, y a manifestarse discretamente. Tras años de maltrato emocional, el corazón a veces se comporta como un animal en estado de hibernación desde hace mucho tiempo, al que los primeros rayos del sol primaveral molestan. Entumecido e inseguro, abre un ojo, después el otro, y no acabará de despertarse hasta que este seguro de que la clemencia del tiempo no es un accidente temporal. Un método eficaz para animarle es evocar directamente un sentimiento de reconocimiento o de gratitud y permitir que invada el pecho. El corazón se muestra en especial sensible a la gratitud, a todo sentimiento de amor, sea hacia un ser, una cosa, o incluso a la idea de un universo benevolente. Para muchas personas, basta con evocar el rostro de un niño al que se ama y que les ama, o incluso el de un animal familiar. Para otras, lo mejor es una escena de paz en la naturaleza, que provoca gratitud interna. Y para otras, la sensación aparecerá con un recuerdo de felicidad en la accion, como un descenso de esquí, un buen golpe de golf, un vuelo en parapente… Durante este ejercicio, a veces se constata que una sonrisa acude dulcemente a los labios, como si naciese en el pecho y desembocase en el rostro. Es una señal muy simple de que se ha establecido la coherencia..."
David Servan-Schreiber
Comentarios
Ahora se me ha dado por caminar rápido-trotar....también me viene genial...
Hacer ejercicio moderado es una delicia para cuerpo y mente.
En un mundo tan 'mecanizado' y tan monótono para muchos, es necesario todo aquello, que nos da vida. Esta mañana dejé los autobuses y fui a mi 'deber' andando. No sé cuántos kilómetros de punto a cabo a buen paso.Miré el reloj, marcaba hora y veinte a buen paso.
Aprendí mucho, lástima que no sepa ahora dónde he dejado algunas fotos que me llamaron la atención. Aún tengo en la memoria las diecisiete que había escogido.
(A lo mejor encuentro la 'tarjeta' de la cámara) :-)
Bonsoir!