Tenemos OTRO 'ÉBOLA'

HUMANOS
ARCADI ESPADA
OPINIÓN:

EL PUEBLO se resiste al error humano. Hasta el mediodía de ayer, y ante el desgraciado caso de la infectada por el ébola, el pueblo clamaba sin tregua ¡protocolos, trajes! Esto es lo que falló, según el pueblo. Hasta ese momento era peligroso sugerir que la causa del contagio podía deberse también a la propia enferma. Ni te atrevieras, muchacho. La víctima se encontraba gravemente postrada y aislada, y en esas condiciones a nadie se le puede atribuir responsabilidad. Las víctimas siempre tienen razón. 
El rechazo al error humano le permite al pueblo otra operación importantísima: la venganza política. Con una víctima culpable no hay ministro al que colgar. Y paradójicamente el abstracto mundo de los protocolos tiene una concreción inexorable: Gobierno culpable. En cuanto a los periódicos, trabajan para relativizar el error humano: adoran que las investigaciones se dilaten y se hagan áridamente interdepartamentales. No buscan errores sino culpas. 
Por el contrario, y como está estadísticamente descrito, los errores humanos son los responsables de la mayor parte de los accidentes. Hay una explicación lógica. Los protocolos son obra de un considerable número de personas y hacerlos lleva mucho tiempo. El error no puede descartarse, por supuesto, pero las posibilidades de que se cometa es sensiblemente inferior a las que padece una persona que en soledad y en un instante ha de tomar decisiones delicadas y está sometida a los riesgos de la desatención y de la rutina. 

Hasta que ayer al mediodía la auxiliar del hospital Carlos III reconoció que se había pasado el guante contaminado por la cara, toda España fue inducida a creer que el Gobierno era culpable. Por lo que fuera, pero culpable. Hay que agradecerle a la enferma que haya sido capaz de confesar su error. No sólo en beneficio de la verdad y de la ciencia, sino también de la política. Su confesión no libera a los protocolos, incluso pedagógicos, de su revisión. Pero incrusta de un modo decisivo el factor humano entre las causas del contagio. 
Sólo falta ahora que la ministra Ana Mato tome nota de la actitud de la infectada. También la política tiene protocolos, informes, dossiers. Y hasta escafandras. Pero también todo se decide por el factor humano. La convicción que un político debe trasladar en los instantes de la sensación verdadera es fundamental para defender la razón y el sentido ante las dentelladas del pueblo asocial y feroz. Quien tiemble en ese momento, quien no sepa hacer oír la voz del buen gobierno ante el griterío del infecto populismo debe dedicarse a otras labores. Auxiliares.

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
Estoy de acuerdo en que este país infestado de buenistas opinará siempre que ninguna víctima es culpable.

De todas formas, tampoco todas las víctimas son culpables.

Peligroso Gobierno y Admón., en los que toda responsabilidad se diluye pero se cobra. Y bien cobrada.
Douce y el Náufrago ha dicho que…
Campu,

Tenemos tantos 'Ébolas' en este Pais, si es que hay Uno, es lógico buscar un sitio do no haya tanto bichito.

Berta ya ha encontrado un 'rinche' como decíamos de pequeños.

Salud y....

Entradas populares