Esperando a que escampe

GESTOS Y GESTAS

Andaba el Náufrago esta mañana, entre perplejo y dubitativo, por si debía ir a sus ejercicios de natación en autobús o esperar a que su hija volviera de la Facultad y le devolviera el coche. En éstas estaba, cuando en un impulso de ‘valentía’ asomó su nariz a la calle dispuesto a utilizar el transporte urbano. Muy poco duró su gesto ‘heroico’. Empezó a soplar el viento llevándose a contenedores por delante, lanzando el cielo celliscas de granizo… Recogió enseguida velas y volvió para su casa, esperando tiempos mejores o que su hija regresara con el coche.

Subió a casa y contempló desde la ventana con qué encono el viento meneaba la copa de los árboles o los bamboleaba cual juguetes. ¡Y qué remolinos de agua nieve y de granizo agujereaban el aire y se depositaban en las juntas de las ventanas! El espectáculo se contemplaba mejor al reguardo que en la calle. Ante gesto tan valiente, recordó las imágenes del Madrid de guerra y de postguerra que anoche había insertado en el blog. Vio a la mujer partiendo leña con un hacha, en plena calle, rodeada de chavalería que asistía curiosa a la faena. Recordó al corro de milicianos pelando patatas, cerca de la zona de combates o a un grupo de hombres comiendo en la calle, entres los escombros, después de un bombardeo. Revisó aquellas imágenes y no pudo por menos de llamarse ‘cagueta’. Una simple granizada le había recluido en casa.

¡Qué mal nos hemos acostumbrado! ¡Qué lejos nos parecen aquellos tiempos de miserias y tempestades, mucho más duras e inclementes! O tempora!, O Mores!

Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Por suerte existió Einstein y nos enseñó que todo es relativo.

A veces pienso que siempre comparamos hacia abajo. Es decir, no lo pienso yo, me lo comentó un amigo sicólogo una vez que yo lo hacía.

Pero creo que lo hacemos para darnos fuerzas y sentirnos mejor.

Espero que mejore el tiempo y no salgas volando cual perro ángel.

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